Fotógrafo y experto en Photoshop

Ahora, a sus 41 años, sigue viviendo en Italia, pero pasa más de 20 días al mes viajando por trabajo. Durante unos veinte años, fotógrafos de fama mundial, importantes organizaciones gubernamentales y gigantes de la industria como Adobe, Canon, Canson, EIZO, Elinchrom, Epson, Fujifilm, Hasselblad, HP, Nikon, Microsoft, Wacom y X-Rite han confiado en su experiencia. Lleva muchos años utilizando monitores EIZO para su trabajo.

Los monitores EIZO siempre han sido una constante desde el principio de mi carrera como fotógrafo, he tenido que lidiar con ellos en muchas reuniones con empresas o clientes importantes. Al principio, no podía permitirme mi propio monitor EIZO, así que durante años sólo pude soñar con tener uno yo mismo. Al principio trabajaba con monitores que sólo podían mostrar escasamente el espacio de color sRGB, por lo que tuve que perfeccionar mis habilidades en cuanto a la corrección del color mediante números. Mis habilidades, mi notoriedad y el número de clientes de alto perfil aumentaron con los años, y también lo hizo la presión por rendir. Entonces, para poder hacer frente a cualquier situación, siempre invertí mucho tiempo y dinero en seguir formándome y, poco a poco, intenté utilizar equipos con los que pudiera sentirme seguro. Cuando por fin pude permitirme un monitor profesional, enseguida tuve claro de qué marca sería.

Fue un comienzo completamente nuevo para mis ojos, mi trabajo y mi salud. Habiendo trabajado anteriormente con 16 bits en Adobe RGB (1998) o ProPhoto RGB, fue una experiencia casi mística para mí cuando de repente tuve mucho más control, incluso visual, sobre los colores de mis imágenes. Además, muchas de mis obras están destinadas a impresiones de bellas artes o a revistas internacionales. Gracias a mi monitor EIZO, por fin he conseguido crear previsualizaciones de impresión en monitores fiables para cualquier tipo de salida. Esto ahorra costes adicionales y tiempo innecesario. Es casi imposible correr a la impresora cada vez para ver los colores impresos en persona. Además, hacer varias impresiones de prueba en papel también puede resultar muy caro. Hay formas eficaces de obtener un resultado de impresión predecible, y un monitor de gama alta calibrado de forma óptima es uno de los requisitos previos más importantes para ello. La mayoría de los fotógrafos cometen un grave error: invierten principalmente en la primera parte de su flujo de trabajo, es decir, en cámaras y objetivos, y descuidan su formación y el equipo necesario para el resto del flujo de trabajo. Esto suele conducir a una gestión muy deficiente del color (tanto del software como del hardware), desde la toma hasta el archivo final, pasando por la postproducción. Como resultado, se encuentran con muchos problemas en el procesamiento digital de la imagen, pierden un tiempo precioso durante la postproducción y acaban obteniendo una calidad de imagen muy inferior a la que sus cámaras son realmente capaces de ofrecer.

Los monitores EIZO tienen un diseño muy cuidado en este sentido. En primer lugar, la imagen no cambia, independientemente del ángulo desde el que se mire. Además, no hay parpadeos ni reflejos. En el pasado, a menudo notaba que tenía que adoptar una postura incómoda y poco natural para evitar los reflejos, y a menudo tenía problemas para ver el monitor y con una posición y altura del monitor incómodas. A menudo sufría dolores de espalda. Los fotógrafos y postproductores pasan muchas horas delante del ordenador, lo que puede provocar dolencias como dolor de espalda y fatiga ocular. Cuidar los ojos y el cuerpo no es sólo un pequeño detalle. Sólo con los monitores EIZO he podido adaptar mi estación de trabajo a mis necesidades. Antes, siempre tenía que adaptarme yo y mis hábitos al monitor, y no al revés. Tanto si me siento en sillas de diferentes alturas como si estoy de pie delante del monitor junto con compañeros o clientes, los monitores de EIZO satisfacen mis necesidades personales porque la altura, el ángulo de inclinación y el ángulo de giro se pueden ajustar con flexibilidad.

Hubo una situación que nunca olvidaré. Hace diez años, trabajaba con una empresa para la que a menudo tenía que hacer enmascaramientos complicados, por ejemplo en el pelo, objetos en movimiento, humo y muchos otros elementos críticos. Conseguí este cliente después de haber trabajado durante algún tiempo con un monitor EIZO. Todo iba siempre sobre ruedas. Un día, la empresa me llamó y me asignó una tarea de enmascaramiento muy urgente de la que se habían olvidado antes. En ese momento, mi ayudante estaba trabajando en mi puesto. No quería molestarle, así que decidí realizar la tarea de enmascarado en otro puesto de trabajo. Ésta estaba equipada con uno de esos monitores menos potentes que suelen utilizarse en la industria gráfica. Hice la tarea y envié el resultado a mi cliente. Al cabo de unos minutos, recibí una llamada del cliente informándome amablemente de que probablemente me había equivocado de archivo, ya que el enmascaramiento no estaba listo. Completamente sorprendido, abrí de nuevo el archivo, pero no encontré ningún error. Para asegurarme, volví a abrir el mismo archivo en el monitor EIZO. ¡Fue un shock para mí! El enmascaramiento que parecía perfecto en el otro monitor era un desastre en el monitor EIZO: bordes borrosos, halos por todas partes... parecía el trabajo de un aficionado o, en el mejor de los casos, un enmascaramiento inacabado. Fue como una revelación para mí. Siempre había sabido que era importante trabajar con un monitor de gama alta, pero por alguna razón insondable hasta entonces sólo me había centrado en los colores. Pero las ventajas de un monitor de gama tan alta también son evidentes en muchos otros aspectos.

La lista es probablemente muy larga: el tamaño del espacio de color, la calibración del hardware y muchas otras características; pero me gustaría tocar algunos aspectos que son muy importantes para mí pero que a menudo se escapan incluso a fotógrafos experimentados. Un monitor profesional ayuda sin duda a obtener una representación global fiable de una imagen, pero también permite ver de un vistazo los posibles defectos de una imagen digital, incluso los que no tienen nada que ver con los colores. Utilizar monitores de gama baja puede ser arriesgado cuando se trata de problemas como la posterización, el banding, el moiré u otros tipos de artefactos. En muchos casos, los monitores de gama baja pueden ocultar estos problemas, pero luego reaparecen inevitablemente en otros monitores o durante la impresión. A veces, los monitores de bajo rendimiento pueden incluso exacerbar estos artefactos o causarlos en primer lugar. He visto a fotógrafos perder el tiempo corrigiendo errores que son visibles en su monitor pero que en realidad no están presentes en el archivo. Cuando trabajas de esta manera, pierdes el tiempo corrigiendo un error que no existe en la foto y, de hecho, puedes empeorar la imagen en lugar de mejorarla. También me parece muy importante tener una imagen de alta resolución consistente. Cuando edito una imagen, creo diferentes versiones para compararlas y revisarlas con mi equipo o mis clientes. La mayoría de los monitores disponibles en el mercado no ofrecen una representación uniforme del brillo y el color. Para llamar la atención sobre este problema, asigno a mis clientes o estudiantes una tarea: deben abrir la misma imagen en cuatro ventanas diferentes del mismo software y colocarlas una al lado de la otra en un monitor. En la mayoría de los casos, se ven tres o cuatro fotos diferentes. O mejor aún: el archivo es el mismo, pero la presentación es diferente según la zona del monitor en la que se coloque la imagen. Pronto te das cuenta de que no tiene sentido trabajar en un monitor poco potente. Y no sólo a la hora de retocar, sino también cada vez que hay que colocar dos fotos una al lado de la otra. Me refiero a todos los casos en los que necesito dos o más fotos con la misma armonía cromática o en los que estoy trabajando en una prueba en pantalla de mis impresiones: En ese momento es importante visualizar las dos versiones para poder hacer correcciones si es necesario. En algunas circunstancias, los monitores de gama baja dificultan innecesariamente este trabajo. Otra característica importante para mí, que rara vez se encuentra incluso en los monitores de gama alta, es la posibilidad de ver con fiabilidad la nitidez de la imagen. Los monitores EIZO tienen un paso de puntos tan pequeño y un valor de PPI tan excelente que garantizan una excelente densidad de píxeles: Esto es esencial para una visión fiable de la nitidez de la pantalla. Así puedo ajustar mejor la máscara de desenfoque (o filtros similares), que es muy importante en un buen flujo de trabajo. Estas correcciones suelen ser difíciles de comprobar en otros tipos de monitores, por lo que el resultado se descontrola y acabas obteniendo resultados insatisfactorios tanto en los monitores como en la impresión. Por último, pero no por ello menos importante, especialmente cuando se imprime en papel para bellas artes, es absolutamente necesario un monitor que muestre una escala de grises coherente desde las luces hasta las sombras. Esto se aplica tanto a las imágenes en color como a las imágenes en blanco y negro.