Pascal Vandecasteele se describe a sí mismo como un narrador visual. Los temas de su obra son tan diversos como las formas visuales de expresión. En la actualidad, la fotografía constituye la parte principal de su trabajo creativo, pero se complementa cada vez más con imágenes en movimiento, tomas con drones, panorámicas o tomas de 360°. Además, a Vandecasteele le gusta transmitir sus conocimientos, ya sea en sus numerosos talleres o como asesor de empresas que quieren crear su propio estudio interno, por ejemplo.
EMBAJADOR COLOREDGE PASCAL VANDECASTEELE
Fotografía arquitectónica y mucho más
El artista detrás de la cámara
El belga Pascal Vandecasteele ha tenido muchos empleos en su vida. Trabajó en la industria de la confección durante mucho tiempo. Pero también ha sido propietario de un restaurante. Durante mucho tiempo, la fotografía fue sólo un hobby que poco a poco fue ocupando cada vez más espacio y, finalmente, se convirtió en su profesión principal en pocos meses. Hoy, Vandecasteele tiene un estudio en Amberes y trabaja en toda la región del Benelux. "Soy extremadamente curioso, me encanta aprender y me aburro increíblemente rápido", explica Vandecasteele. Por este motivo, Vandecasteele, fotógrafo autodidacta, no se ha decantado por un único tema fotográfico, sino que abarca una gran variedad de áreas.
Un pilar del trabajo de Vandecasteele es la fotografía arquitectónica. A menudo acompaña grandes proyectos de construcción desde la colocación de la primera piedra hasta su finalización. Otro pilar es la fotografía de retrato. Por ejemplo, Vandecasteele ha tenido delante de su objetivo a numerosos directivos. "Cada vez más directivos se dan cuenta de que una estrategia de comunicación visual de su persona forma parte de una apariencia profesional. Es un campo apasionante", afirma Vandecasteele. Otros focos de su trabajo son temas como la fotografía de interiores y de eventos.
Servicio, calidad y perfeccionismo como marca
"Los clientes quieren cada vez más servicios de un solo proveedor. Así que junto con la fotografía viene la filmación", explica Vandecasteele sobre cómo ha cambiado su trabajo en los últimos años. Cada vez son más las empresas que crean sus propias soluciones internas para generar contenidos por sí mismas o poder comunicarse digitalmente de forma profesional. También en este caso, Vandecasteele apoya a sus clientes como consultor. Se complace en transmitir personalmente sus conocimientos en talleres sobre una amplia gama de temas fotográficos."
Vandecasteele considera que la calidad absoluta es el sello distintivo de su trabajo: "Para mí, la calidad se expresa en varias dimensiones. Incluye la preparación y ejecución profesional de los encargos, así como la creatividad en la ejecución y, sobre todo, la perfección técnica." Para él, la perfección técnica incluye también y sobre todo el tema de los colores. Este tema es especialmente visible cuando se trata de tonos de piel. Por un lado, cada espectador lleva consigo una "pieza de referencia". Por otro, muchos monitores tienen problemas con la reproducción precisa de los tonos de piel. Y si uno se dedica a la fotografía de producto, como Vandecasteele, los clientes esperan que se les entregue la imagen más precisa posible de sus productos. Eso tampoco es posible sin un flujo de trabajo coherente con el color.
A Vandecasteele le gusta abordar el tema de la gestión del color desde el producto final. Esto significa que se pregunta exactamente para qué se van a utilizar las imágenes que se van a crear. Es decir, si sólo se utilizarán para las redes sociales o si se imprimirán. En este último caso, consulta con la imprenta, obtiene los perfiles ICC correspondientes y prepara las imágenes exactamente para el próximo proceso de producción. Así evita molestos bucles de corrección y clientes frustrados. El eje central de su flujo de trabajo de procesamiento de imágenes es su EIZO ColorEdge CG319X, que suele llevar consigo a sus producciones.
EIZO ColorEdge CG319X en el rodaje
"Un EIZO ColorEdge me garantiza que puedo confiar al cien por cien en lo que veo en el monitor", sabe Vandecasteele y continúa: "Obtengo una visión absolutamente precisa de mi archivo. Eso es lo que importa". Sin embargo, lo que puede parecer tan obvio es cualquier cosa menos eso. Algunos de los participantes en sus talleres tienen la expectativa de que las imágenes se vean especialmente espectaculares en un EIZO ColorEdge calibrado. Pero ése no es el objetivo. El objetivo es que las imágenes coincidan con el archivo con la mayor precisión posible, reproduciendo hasta el último detalle en luces y sombras. "En mi MacBook, las imágenes siempre resultan más espectaculares. Aunque el archivo no lo parezca en absoluto", se queja Vandecasteele. En la brillante pantalla del portátil, dice, las imágenes son extremadamente coloridas y contrastadas. Esto es atractivo a la vista, pero si el archivo real no lo parece en absoluto, no es lo que necesitas como creativo. "Mi primer EIZO fue toda una revelación", recuerda Vandecasteele con entusiasmo. "De repente veía detalles y dibujos, sobre todo en las sombras, que no podía ver en mi pantalla brillante de Apple. Por fin pude trabajar de verdad e imprimir perfectamente mis impresiones de bellas artes en el monitor." Otra característica de su ColorEdge CG319X que Vandecasteele aprecia es el sensor de calibración integrado.
"Puedo programar el monitor para que se calibre periódicamente. Así puedo estar siempre seguro de que lo que veo en el monitor está realmente en mi tarjeta de memoria o en el disco duro, tanto si estoy disparando en el estudio como si estoy de viaje o editando imágenes. Eso te da una sensación de seguridad y relajación muy agradable".
Pascal VandeCasteele
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