Criaturas maravillosas bajo la superficie del mar

Háblenos de la fotografía submarina, ¿cómo nació esta pasión?
Participé en mi primer curso de buceo hace más de diez años para acompañar a mi padre, que quería sacarse el carné de buceo. Aquello cambió mi vida por completo. Al año de familiarizarme con el agua y el buceo, empecé a hacer fotos y no me cansaba de hacerlo. Luego hice más viajes de buceo al Mar Rojo y al sudeste asiático. Y poco a poco mi pasión se convirtió en profesión.

Hoy organizo talleres en los lugares que conocí cuando empecé a bucear. Buceo todo el año en el Mediterráneo, especialmente en Liguria, que es como mi segunda casa.

¿Sólo fotografía bajo el agua?
No sólo. Me encanta la naturaleza y también disfruto fotografiando la vida en tierra. Pero mi mayor pasión es y sigue siendo el mundo submarino.

¿Estas maravillas sumergidas que nos muestra sólo existen en los paraísos tropicales o el Mediterráneo aún guarda sorpresas?
El Mediterráneo no tiene nada que ocultar tras los mares tropicales: está lleno de maravillosas sorpresas. El clima templado y las diferentes estaciones garantizan encuentros increíblemente diversos durante todo el año. En los meses fríos, cuando el mar está agitado, se pueden ver, por ejemplo, rape, pez de San Pedro o nudibranquios de los colores más increíbles. En verano, cuando el agua es más clara, podrá bucear entre bancos de caballas, barracudas o sargos y observar los vibrantes colores del fondo marino, cuyos tonos cálidos contrastan maravillosamente con el azul del mar.

Si quieres hacer fotos en el Mediterráneo, necesitas paciencia porque tienes que buscar a tus sujetos. Esto es especialmente cierto fuera de las zonas protegidas, donde la flora y la fauna son más escasas. 

Como fotógrafo submarino que bucea a menudo en el mismo lugar, también tienes que convertirte en una especie de guardián, velando por el bienestar de tu trozo de mar. Por desgracia, mucha gente se comporta con poco respeto lejos de las zonas protegidas y arroja basura y escombros al mar o simplemente deja atrás sus redes y sedales. Las zonas marinas protegidas son extremadamente importantes y pueden garantizar que la singularidad de nuestro Mediterráneo no se pierda para siempre. Espero que en el futuro haya más de estas zonas protegidas y que estén mejor gestionadas y sean más eficientes.

¿Cómo se inicia uno en la fotografía submarina?
El buceo es casi siempre el punto de partida. En la mayoría de los casos, son los aficionados al submarinismo los que quieren probar una nueva forma de hacer fotos. Quieren llevarse a casa fotos de sus viajes e inmersiones que hagan justicia a la belleza de las profundidades oceánicas que han explorado. De hecho, no siempre es necesario bucear con una bombona de gas para hacer fotos bajo el agua.

¿Por qué es importante este género fotográfico?
Los aficionados desarrollan una mayor sensibilidad por las criaturas retratadas y un mayor respeto por el hábitat marino a través de la fotografía. Te vuelves más consciente de la biodiversidad y quieres preservar todo lo que es bello y virgen. Captar las maravillas de nuestros océanos es cada vez más difícil y requiere un gran compromiso.

Por eso decidí mostrar también lo que no debería estar ahí, por ejemplo la foto de una bolsa de plástico que parece una medusa. Tenemos que ser más conscientes de lo que hacemos con nuestro comportamiento cotidiano.

¿Qué errores suelen cometer los fotógrafos menos experimentados?
Por regla general, el primer error es no acercarse lo suficiente al sujeto. Otro problema es fotografiar desde arriba y "empujar" al sujeto al fondo, delante de rocas o corales, donde apenas se reconoce al sujeto. Es muy importante prestar atención también al fondo e intentar resaltar y apreciar el sujeto en lugar de desviar la mirada y la atención de él. La concentración también juega un papel importante: es fácil olvidar las reglas básicas, sobre todo las primeras veces, porque estás muy preocupado por el buceo en sí.

¿Empezó con un equipo sencillo o necesita tecnología profesional desde el principio?
Todo fue evolucionando poco a poco. La primera cámara fue una compacta clásica de unos cientos de euros con una carcasa protectora de policarbonato. Después me compré un flash subacuático, que era imprescindible. Cuando llegó el momento de dar un verdadero salto de calidad, pasé a sistemas más sofisticados y compré el equipo adecuado: una buena cámara réflex, un objetivo ojo de pez y un par de buenos flashes. Puedes gastarte fácilmente decenas de miles de euros en un equipo profesional completo.

¿Qué equipos utiliza actualmente?
Tengo una Canon 5D Mark III con un cuerpo de aluminio de Nauticam. Los objetivos que utilizo para la fotografía submarina son un Sigma 15 mm Fish-Eye, un Tokina 10-17 Fish-Eye, que utilizo con un multiplicador 1,4x, un Canon 100 mm L Macro, objetivos submarinos adicionales con dioptrías y un Canon 17-40. Y trabajo con monitores gráficos de EIZO, un socio muy importante en el mundo de la imagen digital.

¿Cómo conociste EIZO?
Un participante en uno de mis cursos me presentó a Roberta Scalisi, Directora de Producto y Marketing de EIZO Italia. Conozco la empresa desde hace mucho tiempo, ya que es sinónimo de la máxima calidad en monitores fotográficos.

Esto ha dado lugar a una colaboración en la que puedo ofrecer talleres sobre fotografía submarina y beneficiarme de la extraordinaria calidad de los monitores EIZO. El próximo taller se centrará en la posproducción de imágenes submarinas. El objetivo es proporcionar a los participantes información útil tanto para principiantes como para usuarios experimentados.

¿Re retocas tus fotos?
Sí, por supuesto, pero no quiero exagerar. Mi objetivo siempre es retratar la naturaleza tal y como es. En este tipo de fotografía, hay pequeños errores o imperfecciones que hay que corregir, por ejemplo los tonos azules dominantes debidos a la naturaleza del agua o las desviaciones de color. 

La edición consiste en ajustar la exposición o el contraste, eliminar las antiestéticas partículas turbias -aunque a veces no sea necesario- y optimizar la nitidez de los detalles

Para ponernos un poco más técnicos: ¿Cuáles son los pasos de la posproducción?
La realización de mis imágenes submarinas sigue un procedimiento probado. Primero viene el revelado del archivo RAW en Lightroom: recorte, ajuste general de la exposición, ajuste del color, atenuación de elementos dominantes, ajuste del contraste de luces, sombras, tonos blancos y negros, corrección de desviaciones de color o corrección del objetivo. Si lo deseas, en este punto también puedes realizar pequeños cambios seleccionados en los ajustes.

El segundo paso consiste en la edición en Photoshop, donde puedes eliminar posibles arañazos o manchas en el objetivo y partículas de neblina; puedes concentrarte en los detalles y realizar diversos ajustes finales. A continuación, el archivo se exporta a través de Lightroom.

¿Qué planes tiene para el futuro?
Mi primer libro de fotos se publicará este año. Está dedicado al agua, por supuesto.